A las 15:00 p.m. de la tarde, cuando estaba sacando a pasear a mi perrobot y echó sus palomitas y me las comí, otro perrobot vino y se comió la pata de mi perrobot; por cierto, se llama Lolobot, pero daba igual que se comiese la pata de Lolobot porque han avanzado las tecnologías y nos han metido un chip, somos inmortales y le creció una nueva. Cuando volví a mi casa que ya eran las 15:50 p.m. y preparé la turbomochila (TM) y mis turbozapatillas (TZ), pero eso sólo era de emergencia porque fuera tenía mi TC (turbocochazo) que no tiene ruedas, va por el aire...¡Y es un Ferrari!
Salí a las 15:59 p.m. y llegué a las 16:00 p.m. justo, en Aprende saludé a todos y me senté, encendí mi campo magnético y como mi lápiz es de metal se me pega pero esta vez no se me pegó...¡Se me clavó en el ojo! Pero como sigo diciendo, somos inmortales y no me pasó nada.
Cuando me puse el cuaderno delante, para lo único que me servía el lápiz era para elegir el color y el tamaño, porque lo que pensaba se escribía en el cuaderno. Al salir de Aprende no estaba mi Ferrari pero no era muy raro, por eso siempre voy preparado con mis TM y mis TZ y llegué a casa sano y listo.
Alejandro admito que la historia de Jose es muy buena pero me gustaría leer la de Ana ya que no la pude oir.
ResponderEliminarAlejandro, los positivos están muy retrasados por que yo tengo 28´5 y ahi pone que tengo solo 22´5.
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